Como ser cura hoy

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Si predica más de diez minutos...¡no acaba nunca!
Si habla de la contemplación de Dios... ¡está en las nubes!
Si aborda los problemas sociales...
¡gira a la izquierda!
Si va a trabajar a la fábrica...¡es que no tiene nada que hacer!
Si se queda en la parroquia...
¡está cortado del mundo!
Si casa y bautiza a todo el mundo... ¡vende los sacramentos como en rebajas!
Si se vuelve más exigente...¡quiere una Iglesia de «puros»!
Si se queda en la casa abadía...¡no ve a nadie!
Si hace visitas... ¡no está nunca en casa!
Si tiene éxito con los niños...¡tiene una religión de crío! Si visita a los enfermos...¡tiene tiempo para perderlo y pasa al margen de los problemas de su tiempo!  Si hace obras en la iglesia...¡tira el dinero por la ventana!  Si no hace nada...¡es un abandonado!  Si colabora con el consejo parroquial... ¡se deja llevar como un borrego!  Si no tiene consejo parroquial...¡es demasiado individualista!  Si sonríe fácilmente...¡se muestra demasiado familiar!  Si, distraído o preocupado, no ha visto a alguien... ¡es un distante!  Si es joven... ¡no tiene experiencia!  Si es mayor... ¡debería jubilarse! 
¡Valor, señor Cura