Alegría franciscana

 

Consecuencia del ayuno

 

Fr. Ambrosio, comentaba un día después del ayuno

del miércoles de ceniza.

 

- Padre Guardián estoy muy preocupado.

 

- ¿Por qué, Fray?

 

- Es que con eso del ayuno, me acosté con mucha hambre,

y soñé que me comía una gallina entera, con todo y plumas.

 

-  Si todo fue un sueño, ¿por qué te apuras?

 

- Lo que me preocupa es que no hallo mi almohada por ningún lado.