Un ateo

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  Un ateo se paseaba por el bosque, sonreía de la belleza que le rodeaba

  diciendo,

"Que poderosa es la evolución que ha creado esta maravilla natural"

 

Justo despues, escuchó un ruido proveniente del río.

 

Al ir a investigar se encontro con un oso gris de 2 metros de alto el cual iba abriendo trecha con sus fuertes garras y destruyendo todo aquello que se

atravezara en su camino.

 

Al verlo el hombre corrió desesperado y solo tuvo la valentía de mirar hacia atras, para enterarse que el oso lo iba alcanzando.

Quizo con toda su fuerza mantener el ritmo de su paso pero para su mala suerte se tropezó y fue a caer al suelo. Al intentar levantarse el oso se lanzó directamente a su pecho, levantó una de sus garras y justo cuando lo iba a golpear;

El ateo gritó, "¡¡¡Dios mío!!!"

En ese momento el tiempo se detuvo. El oso quedo congelado.

Había silencio en el bosque, hasta el río ceso su cauce.

Conforme esto sucedía una intensa luz lo encandilaba, mientras una fuerte voz proveniente del cielo le decía:

"Todos estos años tu haz negado mi existencia, haz enseñado a otros que yo no existo y acreditas que la creación fue un accidente cosmico.

Dime, ¿Acaso esperas que te saque de este predicamento? ¿Acaso puedo contarte entre mis creyentes?

El ateo miro directamente a la luz diciendo, "Sería muy hipócrita de mi parte repentinamente pedirte que me trates en como un cristiano, pero si te apiadas de mí, podrías hacer que el oso se comporte como cristiano.

¿No?

"Muy bien" dijo la voz.

La luz desapereció. El agua del río vovio a correr. El sonido del bosque se

reestableció.

En eso el oso une sus garras en posicion de orar y comienza a hablar:

"Señor, bendice estos sagrados alimentos, estoy verdaderamente agradecido y

acuerdate de aquellos quienes no tienen que comer..."